Isabel es una muñeca de la que me encapriché en cuanto la vi. Por dos razones: es igualita que un personaje de un libro mío, del que lleva el nombre, y también físicamente parecida a Alaska. Se trata de una de las muñecas de la colección 001 de Barbie Basics, concretamente la modelo 05, de rasgos orientales. Durante aquellos días se celebraba un concurso de fotografía que, bueno, no gané, pero en el que participé. Ésas son las fotos que se mostrarán en esta entrada. El objetivo del concurso era reunir fotos de estas muñecas en espacios público que jugasen con la perspectiva para conseguir la ilusión de escala real, y estaban destinadas a promocionar a las muñecas. Aquí tenéis a Isabel en un centro comercial medio abandonado en Cáceres. Isabel ha sido mi primera muñeca Barbie desde, precisamente, Barbie (la princesa). Y la verdad es que le tengo mucho cariño y aprecio a esta muñeca.
Esta muñeca también es la más querida por los que han visto alguna vez mis juguetes. Mis primas, por ejemplo, siempre quieren jugar con ella. No es de extrañar. Al ser una muñeca de coleccionista, su
Isabel en la parte antigua de Cáceres. |
En La Princesa y yo, Isabel juega un papel fundamental a lo largo de toda la trama. Quiero empezar aclarando que, a pesar de tener el mismo nombre y mismas relaciones familiares que el personaje homónimo y original de La Bola de Cristal (Pablo Rubio, Editorial Círculo Rojo), no se trata del mismo personaje viviendo otras aventuras. Simplemente la muñeca toma su nombre del personaje original de Isabel Conjuro, así como ciertos rasgos de su personalidad, como la obsesión por la belleza.
Isabel es el primer personaje que aparece en la segunda parte de la historia, Elecciones Generales. Ella es, dentro del gobierno de la República, la Ministra de Exteriores, pero cuando se convocan elecciones a Primer Ministro se presenta con un agresivo programa electoral, en el que se incluye la rehabilitación de la ciudad de París y su reconversión en capital de la Real República Monárquica. Sin embargo, se encuentra con la negativa silenciosa de todo el Gobierno, así como con la del Rey Epi Cosquillas. Isabel, acompañada de su sobrino Jaime, su reportero personal Peter Parker y su piloto Barbie, viaja a París desde Metrópolis para investigar el misterio que envuelve a la ciudad abandonada. En el viaje de vuelta, son atacados por una magia misteriosa, lo que sólo consigue que Isabel sienta más ganas por desentrañar el misterio, al mismo tiempo que se vuelve implacable en su carrera hacia el Primer Ministerio.
En medio de su carrera electoral se desplaza a Nueva York con motivo de la celebración de la Convención Barbie Basics, dispuesta a ganar el Barbiest, el premio de belleza más importante del mundo de los juguetes. Unos días Isabel ha sufrido un atentado en su despacho del que sale con unas manchas azules en los dos brazos. La muñeca no sólo recurre a incontables tratamientos de belleza, sino también a la magia de su espejo mágico. El espejo le habla de sus posibles rivales, que Isabel se dedica a eliminar una por una. Una de ellas es Barbie de Austria, hija de la Emperatriz Sissí, enamorada de su sobrino Jaime. Isabel aprovecha esta debilidad de Barbie para engañarla y hacer un pacto con ella. A cambio de entregar una manzana envenenada a Miranda, otra de las rivales, y perder la voz, Barbie podrá aspirar al amor de Jaime si consigue un beso de él en tres días. Isabel consigue deshacerse así de dos competidoras. Con su compañera de promoción Barbie Basics 01-001, Isabel utiliza un método de tortura consistente en hechizar su corsé para que se apriete hasta que la muñeca no aguanta más y se desmaya, con varias costillas rotas. Isabel también ataca a rivales menores para que no parezca que sólo están siendo víctimas del infortunio sus competidoras directas. El mejor método se lo reserva para Nichelle, a la que encierra en la dimensión del espejo mágico y luego arroja por una ventana del hotel. De esta forma, Isabel se convierte en la más bella y gana el Barbiest.
La relación de Isabel con su espejo está basada en la madrastra de Blancanieves. Sin embargo, Isabel usa su espejo para cualquier asunta que la inquiete: para espiar a sus enemigos, asegurarse de ser la más bella, obtener su magia... Isabel consiguió su espejo mediante un pacto con Rasputín, que le dio el espejo y todo el poder que conllevaba a cambio de una magia que Isabel poseía sin saberlo. Dicha magia era el amor, y al aceptar el trato Isabel fue despojada de todo rastro de amor que quedase en su corazón, lo que la convirtió en un ser despiadado y cruel, ambiciosa y maquiavélica. Isabel sólo siente debilidad por su sobrino Jaime, pero es incapaz de sentir cualquier otra forma de amor. Isabel, además, es una de las pocas personas con acceso a la magia en la Real República, donde la magia fue desterrada por un poderoso hechizo mágico.
Isabel destaca en otros muchos aspectos. Es el juguete más rico de la República, sólo por detrás del tío Gilito. También es jefa de los Servicios Secretos como la agente BB-05-001. Es propietaria de la Casa de Ensueño, una mansión en el centro de la ciudad de Metrópolis, en la que viven junto a ella su sobrino Jaime, la piloto Barbie y una muñeca pequeña llamada Coraline.